RUEDA DEL AÑO - CALENDARIO CELTA
A través de la relación con los Cuatro Puntos Cardinales, aseguramos nuestro círculo al mundo, conscientes de su lugar en la red de las relaciones de la que cada uno de nosotros es el centro.
Dividir el Círculo en Cuatro, nos aporta el símbolo de la Cruz Celta.
Al añadirle las direcciones estamos subdividiendo aún más, formando una rueda de ocho radios.
Si tomamos el perímetro del Círculo para representar el Ciclo del Sol a lo largo del año, los puntos donde los radios se unen con el borde, indican los ocho grandes festivales.
Al celebrar estos festivales en el Circulo Sagrado nos alineamos con los ciclos del mundo natural reflejados en las estaciones cambiantes.
El calendario druida estaba basado en las fases de la Luna, por lo que cada mes contaba con una mitad positiva-clara (creciente y llena) y otra negativa-oscura (menguante y nueva).
Cada uno de los trece meses del año tenía asociada una letra del alfabeto Ogham así como un árbol consagrado o planta determinada.
También conocían la división del año solar. Para compensar la diferencia entre el año solar y lunar, los druidas establecieron la inserción entre abril y mayo de un mes extra de 30 noches cada tres años (el registro se llevaba por noches y no por días).
Los meses también contaban con una mitad brillante y otra oscura, el año empezaba el 1 de noviembre con la fiesta de Samhain.