[Excursión] Monasterio de Piedra 2010
Publicado: Mié Jun 08, 2011 6:58 pm
No se por donde empezar a la hora de escribir sobre esta excursión aunque supongo que desde el principio estará bien. Llevábamos todo un año suspirando por ir a Dinan en el verano del 2.010 cuando se nos chafaron los planes así que nuestro máximo organizador, Rob, nos propuso un premio de consolación.
Como de los que estábamos allí, no habíamos visitado el monasterio de Piedra nos pareció una idea genial. Así que nos montamos en los coches y nos pusimos rumbo a Zaragoza, hacia Nuévalos.
Hay que decir que realmente el lugar tiene una fama merecida de oasis, porque a medida que nos adentrábamos en la meseta el ambiente se volvía seco y el paisaje se hacía más árido. Es por eso que mientras nos acercábamos al Monasterio de Piedra nos asombramos de la grandiosidad de su parque…
Nos alojamos en el propio Monasterio aunque ahora mismo es un hotel reconvertido. El lugar es impresionante. Las habitaciones son las antiguas celdas de los monjes y aunque a algunos nos toco en las que daban al claustro, una de las habitaciones dio al parque. Bueno, fue una gozada estar en la terraza por la noche con el ruido del parque en nuestros oídos alumbrados por la luna llena. El entorno perfecto para contar cuentos de miedo… o chistes. Creo que en mi vida he andado tan rápido para no encontrarme con posibles fantasmas de monjes que pudieran merodear por los pasillos y llegar a mi habitación o fue porque ya no podía dejar de reírme y tenía que visitar el closet… Un secreto: fue lo primero, pero no se lo digáis a nadie.
Al día siguiente entramos en el parque. Uf, en dos palabras… Im-Presionante. El paseo es de dos horas pero es que es tan fácil perderte viendo las vistas. No se con cuál quedarme: el lago Espejo, la peña del Diablo, la cascada Cola de Caballo, de 50 metros de altura y que oculta una cueva natural, la Gruta Iris, la cascada Trinidad, los Chorreaderos, el Baño de Diana, la cascada Caprichosa, la cascada Iris…
Solo puedo decir que fue una mañana muy bonita y entretenida… al fin y al cabo, tanto la gente como el entorno lo hacían posible y el paseo fue de cuatro horas y media… Creo que lo de perdernos fue a propósito.
Como último comentario deciros que Paulo Coelho ha escrito un libro: “A orillas del río Piedra me senté y lloré”; que cuenta una leyenda sobre este río Piedra. No me extrañaría nada que lo hubiera hecho en este parque porque el entorno invita a ello.
Como de los que estábamos allí, no habíamos visitado el monasterio de Piedra nos pareció una idea genial. Así que nos montamos en los coches y nos pusimos rumbo a Zaragoza, hacia Nuévalos.
Hay que decir que realmente el lugar tiene una fama merecida de oasis, porque a medida que nos adentrábamos en la meseta el ambiente se volvía seco y el paisaje se hacía más árido. Es por eso que mientras nos acercábamos al Monasterio de Piedra nos asombramos de la grandiosidad de su parque…
Nos alojamos en el propio Monasterio aunque ahora mismo es un hotel reconvertido. El lugar es impresionante. Las habitaciones son las antiguas celdas de los monjes y aunque a algunos nos toco en las que daban al claustro, una de las habitaciones dio al parque. Bueno, fue una gozada estar en la terraza por la noche con el ruido del parque en nuestros oídos alumbrados por la luna llena. El entorno perfecto para contar cuentos de miedo… o chistes. Creo que en mi vida he andado tan rápido para no encontrarme con posibles fantasmas de monjes que pudieran merodear por los pasillos y llegar a mi habitación o fue porque ya no podía dejar de reírme y tenía que visitar el closet… Un secreto: fue lo primero, pero no se lo digáis a nadie.
Al día siguiente entramos en el parque. Uf, en dos palabras… Im-Presionante. El paseo es de dos horas pero es que es tan fácil perderte viendo las vistas. No se con cuál quedarme: el lago Espejo, la peña del Diablo, la cascada Cola de Caballo, de 50 metros de altura y que oculta una cueva natural, la Gruta Iris, la cascada Trinidad, los Chorreaderos, el Baño de Diana, la cascada Caprichosa, la cascada Iris…
Solo puedo decir que fue una mañana muy bonita y entretenida… al fin y al cabo, tanto la gente como el entorno lo hacían posible y el paseo fue de cuatro horas y media… Creo que lo de perdernos fue a propósito.
Como último comentario deciros que Paulo Coelho ha escrito un libro: “A orillas del río Piedra me senté y lloré”; que cuenta una leyenda sobre este río Piedra. No me extrañaría nada que lo hubiera hecho en este parque porque el entorno invita a ello.